INTRODUCCIÓN
Desde Omnia Fisioterapia, entendemos la frustración que es sufrir dolor en el pie debido a que afecta a casi todas las tareas de tu vida. Ese recordatorio hostil constante mientras andas, corres o subes y bajas escaleras es muy desagradable y limitante.
Por ello, queremos ayudarte a entender qué ocurre en tu pie durante una fascitis plantar y cuál es la forma más adecuada para solucionarlo.
ANATOMÍA
La fascia plantar está formada por tejido conectivo denso y fibroso, organizado longitudinalmente, localizado en la planta del pie. Se origina en el talón (calcáneo) y se inserta en los dedos de los pies (cabezas de los metatarsianos). La estructura de la fascia plantar es única, pero comparte similitudes con estructuras como los tendones y ligamentos. Además, está conectada directamente con muchos de los músculos y estructuras circundantes de la planta del pie y el tendón de Aquiles (1).
La fascia plantar está diseñada para transmitir y absorber fuerzas mecánicas, por ejemplo, durante la marcha, la carrera o cuando saltas. También sirve como estabilizador del arco plantar gracias a su capacidad propioceptiva que genera información por la presencia de mecanorreceptores (2). Como puedes comprobar, la fascia plantar desempeña un papel importante en la biomecánica del pie.
Para comprender el tratamiento de la fasciosis plantar, es importante tener en cuenta su papel durante la marcha y su relación con el tendón de Aquiles, ya que se genera una fuerza de tracción que debe soportar. Se ha observado que estas fuerzas que debe soportar durante la marcha pueden ser hasta 1.8 veces mayor que nuestro peso corporal y de hasta 3.7 veces más durante la carrera (3).
EPIDEMIOLOGÍA
La fasciosis plantar afecta al 10% de las personas a lo largo de su vida (4). Es una lesión que sufren más comúnmente los corredores (hasta el 22% de las lesiones), pero también puedes sufrirla sin necesidad de hacer ningún tipo de deporte, ya que esto depende más de la capacidad de tu fascia para soportar las cargas o fuerzas que generas en tu día a día.
Una buena noticia es que parece que el 90% de los casos que sufren de fasciosis plantar se tratan con éxito con tratamiento conservador de fisioterapia.
ETIOLOGÍA
Es una lesión a menudo causada por uso excesivo, que se debe principalmente a una carga repetitiva y en menor medida puede ser causada por un trauma u otras causas multifactoriales.
Hay muchos factores de riesgo que contribuyen a ello:
- Pérdida de la movilidad en la dorsiflexión del tobillo.
- Deformidad en el primer dedo del pie.
- Pronación excesiva del pie en fase dinámica.
- Actividades de impacto.
- Diabetes Mellitus u otras afectaciones metabólicas.
- Debilidad muscular de gastrocnemios (gemelos), sóleo, tendón de Aquiles y/o musculatura intrínseca del pie.
También se ha observado una mayor probabilidad en personas mayores y sedentarias con un índice de masa corporal (IMC) alto. Esto puede deberse a ciertas alteraciones en factores biomecánicos de la pisada y la postura que predisponen a sufrir fascitis plantar (5).
PRONÓSTICO
En cuanto al pronóstico, algunas investigaciones han observado cómo las personas diagnosticadas con fasciosis plantar pueden tener una mejoría de sus síntomas en un plazo de 12 meses (6). Sin embargo, en pacientes crónicos los síntomas pueden durar más tiempo (7). Pero afortunadamente, a pesar de que la lesión puede tardar meses en recuperar, probablemente tus síntomas mejoren notablemente rápido con el tratamiento de fisioterapia, pudiendo manejar mejor el dolor y hacer una vida normal.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la fasciosis plantar son muy reconocibles. Se caracterizan por un dolor agudo localizado en la región anteromedial del talón (calcáneo) al levantarse de la cama por la mañana y dar los primeros pasos. Además, también puede aparecer dicho dolor al estar bastante tiempo de pie o caminar durante un periodo prolongado de descanso (8). El dolor suele disminuir e incluso desaparecer temporalmente durante el aumento de la actividad, pero volver tras un cierto periodo prolongado.
Desde hace muchos años se ha pensado que la «fascitis plantar» es una afección inflamatoria, de aquí su término popular con el sufijo «-itis», pero ya en 2003 esta creencia se descartó en un estudio donde al observar con el microscopio no se evidenciaba inflamación, sino más bien lo que encontraron fue una degeneración y engrosamiento de la propia fascia plantar (9). Esto parece deberse a que existe una clara correlación entre la carga mecánica y la etiología, así como la sintomatología. Por lo tanto, estos conocimientos nos ayudaron a mejorar nuestras estrategias de tratamiento fisioterapéutico (10).
La presencia de cojera puede ser habitual debido a la presencia de dolor durante la marcha, e incluso las personas tienden a tener preferencia por caminar con los dedos de los pies, ya que de esta forma alivia su dolor.
La historia que nos cuentan los pacientes y con la que te sentirás reconocido es el típico dolor como si te clavaran un cuchillo al dar el primer paso tras levantarte de la cama. Después de caminar por casa durante unos minutos, el dolor empieza a desaparecer y puedes seguir andando el resto del día.
TRATAMIENTO
Bueno, ahora que conoces un poco mejor la anatomía de la fascia plantar y las posibles causas que pueden generar una lesión, es más fácil que puedas comprender los mejores tratamientos para solucionar tu problema.
Es importante realizar una historia clínica exhaustiva sobre el paciente, donde podemos realizar una valoración funcional, preguntar sobre su actividad física y el tipo de síntomas que refiere.
Existen numerosos tratamientos que están dirigidos a «relajar», «masajear» o «romper adherencias» de la fascia plantar, pero según la evidencia, es muy poco probable que este tipo de terapias con pelotas de tenis, foam roller o terapia manual puedan alterar la composición del tejido de la fascia plantar. Esto no quiere decir que no ayuden, solo que no se generarán cambios en la fisiología del tejido (10).
En el pasado, los médicos han centrado su tratamiento en gran medida en reducir la inflamación y el dolor a través de farmacología analgésica y antiinflamatorios. Pero como has leído anteriormente, este tipo de intervenciones no abordan la causa real del problema, sino que pueden, en el mejor de los casos, aliviar un poco tu sintomatología.
Durante años, el primer paso para autotratarse los problemas que les acarrea la fasciosis plantar ha sido el uso de hielo y reposo, pero hoy en día sabemos que este tipo de intervenciones tampoco funcionan.
Afortunadamente, ya conocemos mejores formas de abordar la fasciosis plantar. La gestión de la carga es probablemente el tratamiento estrella para generar mayores beneficios para minimizar los síntomas. Existe la modificación de parámetros como la intensidad, la duración o la frecuencia para controlar la carga sobre nuestra fascia plantar.
Por ejemplo, si caminar 45 minutos te genera dolor, deberías reducir el tiempo hasta que seas capaz de soportarlo sin sufrir. No existe un programa pre-establecido para todos, cada paciente debe ser evaluado e individualizado para adaptar y ajustar la carga mecánica sobre su fascia plantar.
Y la otra estrategia «gold standard» según la ciencia es el ejercicio. Primero para modificar los síntomas a corto plazo, aliviar el dolor, y después para conseguir una resolución de los problemas a largo plazo.
Las personas suelen referir un aumento de síntomas al volver a la actividad tras tiempos prolongados de descanso (dormir o estar sentado), por lo que es interesante incorporar una serie de ejercicios para minimizar ese aumento de síntomas. El estiramiento de la fascia plantar puede ayudarte a aliviar el dolor y mejorar su función (11).
Para conocer el resto de los ejercicios que pueden ayudarte a mejorar la sintomatología y función, te recomiendo acudir con un profesional que valore tu caso en particular. Es necesario informar a los pacientes de que los síntomas pueden tardar semanas o meses en mejorar, dependiendo de las circunstancias de cada paciente.
Otra de las estrategias es usar zapatos que sean cómodos y que observes que tus síntomas no se incrementan al andar con ellos.
¡Recuerda que la atención temprana y el seguimiento adecuado con un profesional de la salud especializado pueden ayudarte a recuperarte más rápido y mejorar tu calidad de vida!
En OMNIA Fisioterapia Majadahonda disponemos de todos los medios tanto técnicos como humanos para garantizar una correcta recuperación y mejora en los síntomas de dicha patología.
BIBLIOGRAFÍA
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